Hágase en mí según tu palabra
Todos conocemos esta frase. La pronunció María de Nazaret, ante Gabriel el poderoso arcángel del Señor. Precisamente Gabriel, significa “Fuerte en Dios o Fuerza de Dios”
Pero antes María se ha reconocido propiedad exclusiva del Dios de Israel.
“Yo soy la esclava del Señor. Hágase en mi según tú palabra”
Era la aceptación de su maternidad virginal, pero real y biológica del Mesías
Pero no era solo eso. Era mucho más, era superar a Abraham, y entregar se entera y confiada en los brazos de Dios. Es decir le a Dios, mi vida entera te pertenece haz en mi y conmigo lo que quieras. Tú eres el Señor el Dueño, yo la esclava
María acepta implícitamente. Ver a Jesús adorado por los sabios gentiles pero también verlo clavado en una cruz
Jesús nos dice que su madre y sus hermanos son los que acogen y guardan La Palabra de Dios
Todos estamos llamados a ser “madres y hermanos de Jesús”
Pero María de Nazaret lo es en modo pleno y perfecto
Cuando Gabriel la visita ya es su hermana pues Posee la plenitud de La Gracia Santificante. Y, desde sus palabras a Gabriel es su madre biológica
Ese privilegio es solo suyo. Pero lo lleva a todos. Primero a Isabel y el futuro Juan, es pues también su madre en sentido místico y de ella. Hemos de aprender
Y, como ella y con ella decir a Dios
Hágase en mi según tu Palabra,