Amarás a tu prójimo como a ti mismo
Mi amiga Marili se arma un lío. El mismo que me armaba yo.
Una cosa clara que siempre tuvimos mi amiga, y yo
Primero hay que amarse uno mismo
Ahora viene saber que es amarse. Porque muchas veces uno es su peor enemigo.
Con un ejemplo un señor con diabetes que decide tomar de postre dulces, porque le gustan, no se quiere, pone su capricho por encima de su salud es un amor desordenado. Y el amor desordenado es mal amor
Amarse es buscar ser felices logrando o intentando el equilibrio cuerpo, mente, alma y corazón. Con una felicidad en crecimiento que tienda a ser eterna.
Y, aquí entran todas las cosas buenas que son muchas y variadas
Y otras que son buenas pero no las vemos como tales, medicinas, médicos etc
Ahora viene lo siguiente: mi prójimo sea quien sea no soy yo.
Él es mi reflejo
Yo soy su reflejo, porque soy su prójimo
Con otro ejemplo
A mí me encanta merendar un café con un pastel de nata. Mi salud me lo permite
Pero mi amiga Marili detesta los dulces. Lo suyo son los churros
Entonces yo, teniendo en cuenta que me encanta cuando voy a su casa me tenga el café y mi pastelito
Deberé tenerle su café y sus churritos.
Supongamos que tengo una amiga que padece del corazón y tiene prohibido totalmente el café
Pues como si a mí me gusta que me ayuden a estar sana, no podré invitar la a café si no a una manzanilla.
Esto no es fácil. Porque solemos amarnos mal.