Tomás, Santo Tomás apóstol; es el modelo del verdadero creyente cristiano.
Lo descubro en el Ev. de Juan
Cuando Jesús les anuncia que va ir a “despertar a Lázaro del sueño de la muerte”; todos salvo Tomás, le recuerdan que las autoridades religiosas lo buscan para matar lo
Tomás por contra sugiere acompañar a Jesús, y morir con él
“Vayamos también nosotros, y muramos con él”
Tomás recuerda a sus coleguillas, así mismo y a cada uno de nosotros, que ser discípulo de Jesús, lleva parejo la persecución.
En La Cena Pascual
Jesús les dice
“Que ya saben el camino para ir a dónde va él”
Nadie salvo Tomás. Dice nada estaban a lo suyo a ver quién iba ser o era el más grande.
Tomás si pregunto
“No sabemos a donde vas, como vamos a saber el camino”
Gracias a eso Jesús reveló cuál era el Camino
“Yo Soy el Camino, La Verdad y La Vida, nadie va al Padre, sino por mí “
Tomás nos enseña a vivir la oración personal con Jesús a formar nos con él
Cuando Jesús es glorificado. Tomás dice que no creerá que ha resucitado hasta que toque sus heridas.
Nos enseña a no creer de buenas a primeras, no tragar con todo. Más bien hacer lo que dirá en una de sus cartas su condiscípulo Juan, examinar todo para discernir la verdad.
Pero cuando tiene al Resucitado delante no se excusa; y, proclama lo que ningún otro apóstol proclama
“Señor mío y Dios mío”
También a él, llama Jesús bienaventurado. Pues Tomás no estaba viendo la Divinidad, no veía a Dios. Él veía a su Rabí, que había sido crucificado, vivo. Sería lógico que dijera, “Rabí querido”
Pero lo llama su Dios
En Jesús ve y confiesa a Dios al que no ve.
Porque a Dios nadie lo vio jamás
Tomás hermano. Ruega a La Mamá de Jesús por nosotros.