El himno de Filipenses
La caída de Adam y La Encarnación, según el himno cristológico citado por Pablo
"... Jesús no tuvo como botín ser igual a Dios (ser Dios); al contrario se despojo de su rango y hecho un hombre común; se humillo, se anonadado a si mismo ("Kenosis ")(la palabra "Kenosis"; significa vaciarse, hacerse menos que nada, descender a lo más profundo. Es como si el protagonista de "metamorfosis de kafka se hiciera insecto, voluntariamente, conservando su conciencia humana. La verdad es que no es igual, es infinitamente peor. No hay comparación entre la distancia entre una criatura y Dios
Un hombre y un insecto son 2 criaturas)
Jesús se anonadado haciéndose hombre y en su condición de hombre se humillo hasta someterse a la muerte y muerte de Cruz
Por eso Dios lo exaltó sobre todo, y le concedió el Nombre sobre todo Nombre para que al solo Nombre de Jesús toda rodilla se doble en el Cielo en la tierra en el Infierno y toda lengua proclame, Jesús el Cristo es Señor para Gloria del Padre
Antes de lo que nos cuenta la Ruhah divina por la pluma de Pablo en el himno de Filipenses
El Dios Uno y Trino, creo al ser humano Adam y Eva, la humanidad, los hizo semejantes a él; los hizo sus plenipotenciarios.
Les dio el mando la autoridad sobre el resto de la creación; el ser humano era Señor con el Señor; solo una cosa veto El Señor Dios al ser humano, No podía decidir lo que era bueno o malo. El ser humano era criatura, Dios es Quien separa La Luz de La Tiniebla, Dios le indicaría el bien que hacer y el mal que evitar y el hombre ejercería su libertad.
Eso es lo que representa "no comer del árbol del bien y el mal" ni manzana ni mucho menos prohibición de la reproducción sexual humana, que muy al contrario de ser prohibida fue un mandato expreso de Dios.
La humanidad Eva primero luego Adam seducida, engañada por el Diablo, pretendiendo ser Dioses, "comieron el fruto", trataron de ser como Dios, y se cayeron y arrastraron a todos en su caída, quedaron hechos enemigos de Dios
Desde nuestra mirada de criaturas, se ven dos posturas que podía tomar el Creador, una dejar los dejarnos en nuestra Maldición
La otra era volver los a la nada
Pero El Señor Dios no hizo ni una cosa ni otra
Anuncio al Diablo La serpiente, una enemistad perpetua entre La Mujer, que lógicamente no era Eva, pero si vendría de Eva, enemistad de esa Mujer con el Diablo, entre el Hijo o descendencia de La Mujer, y la descendencia del Diablo
La descendencia del Diablo es el Pecado, La Mala Muerte y el Infierno. La de la Mujer nueva es un hombre, el nuevo y definitivo Adam, Cristo que nace de La Mujer Nueva María y aplasta la cabeza de La Serpiente
María La Virgen es el Sueño de Dios para su plan de enamorado, para rescatar, recuperar a su "Amada", La humanidad, todos y cada uno de los seres humanos.
Por eso se hará un Pueblo el Pueblo judío, en el,y del de un matrimonio judío, creará una niña, en la que derramará todas sus Gracias, Ella será morada de su Hijo amado, Dios como Él, el mismo Dios
Y, llegada La Plenitud del Tiempo en el Designio divino. La Ruhah divina el Dios Amor, El Espíritu Santo, conducirá al Verbo a Dios Hijo, al útero, de La Virgen María, para por la acción creadora del Espíritu, asumir la naturaleza humana, y nacer y ser hombre, hombre débil. Jesús sólo se diferencia de nosotros en que él no tiene pecado
Y como hombre, hablará del Amor de Dios, hará signos de Amor para mostrar lo, buscará a cada uno, pero La Serpiente, querrá dar su último combate y sigue intentándolo, y engañara a los hombres representados por Caifas y Pilatos, para que muera en La Cruz, esperando que Dios si aquel hombre Jesús era su Hijo. Condenase o destruyese la humanidad, como les iba perdonar el ataque al Unigénito. Y. Si no lo era...
Pero "al Diablo" le salió mal, Jesús su murió en La Cruz, pero Dios lo resucitó, lo exaltó hasta él, lo sentó a su Derecha. Es decir extendió a su naturaleza humana, la autoridad y poder de su naturaleza divina
Y a cada uno de los humanos nos incorporó a su Hijo, en él nos tomó por hijos
Por eso los de la tierra, los del Cielo, adoramos felices y contentos a Jesús el Hijo de Dios y María,el Dios que no dudo en hacer se hombre para siempre.
Los del Infierno, adoran también, doblan la rodilla, a la fuerza rabiando de odio
De nosotros depende elegir desde que lado queremos, adorar a Jesús al dejar este mundo.
Y eso empieza por confesar aquí con nuestras o
bras que somos de Jesús.