Dios acoge a judíos y gentiles, ama a creyentes y no creyentes hagamos lo mismo. Dios no es exclusivista, ama a todos, de un modo especial a los alejados, como una madre, ama al hijo lejano, o enfermo.
Escogió a Abraham para fundar su Pueblo, cuando era un cananeo idolatra
Liberó a los judíos de Egipto, cuando no eran aún su pueblo, cuando servían a los dioses de Egipto
Envío a su Hijo a salvar a todos los Hombres
El apocaleta Juan, describe la visión de una muchedumbre inmensa que nadie, podía contar de toda nación, pueblo y raza, de pie delante del Cordero.
Decir naciones en ese contexto, es como decir creencias.
Cuando María y José llevan a Jesús a Jerusalén, Simeón lo proclama “Luz de los gentiles”. Los gentiles son los no judíos, pero los cristianos aunque por raza muchos no vengamos del judaísmo en el bautismo fuimos unidos al judío Jesús, por lo tanto la fe judía es nuestra raíz. Los gentiles son pues los que no tienen fe, o tienen una fe errada, y Jesús viene para ser luz para ellos, y tiene que serlo a través nuestra.
Como dice La Biblia muchas veces somos causa de que los gentiles, blasfemen contra Dios, somos causas de que lo nieguen.
Somos responsables de los no creyentes de darles buen ejemplo, y responderles cuando su pregunta no sea por curiosidad.
Tenemos que amarlos porque Dios los ama.
En cuanto al pueblo judío, es el Pueblo de Dios, que nos ha dado a Jesús, su Mesías, aunque ellos no lo sepan, lo sabrán en el momento que Dios tiene dispuesto, hemos de amarlo de un modo especial. Son nuestros hermanos menores, serán mayores cuando Dios les revelé a su Mesías.
Domingo XIX T.O