viernes, 29 de noviembre de 2024

Peregrinos y caminantes

 

Somos peregrinos, caminantes en esta tierra

Sí no somos exiliados, nunca estuvimos en el Cielo, lo siento San Pedro de Mezonzo

Somos peregrinos, hacia Jerusalén, no la ciudad de Israel, si no a la Jerusalén celeste, hecha con los profetas, patriarcas y apóstoles, cuya Piedra de esquina, Viga maestra es el Cordero degollado pero en pie. Es decir Jesús muerto y resucitado, somos peregrinos hacia Jerusalén para formar parte de sus murallas. La Jerusalén celeste, con la multitud inmensa que no se puede contar, somos parte de esa multitud, si no cometemos el error de salir del Camino

Camino que es Jesús no hay otro

Y, somos caminantes porque caminamos, por el Camino, a veces nos salimos o desviamos y hemos de volver al Camino

Y, nos alumbramos unos a otros, tenemos la lampara de la Fe

Fe apoyada en La Iglesia, en La Escritura, en La Tradición Divino apostólica, que no tiene nada que ver con la Misa en latín

Pero el peregrino, el caminante, si se para en un lugar deja de serlo, y no llega

Por eso parafraseando a San Agustín

En la vida de Fe y piedad

En lo esencial firmeza, los dogmas la moral no cambian

En la comprensión, respeto, avance y formación

Por encima de todo el amor

No hacer dogmas, ni tumbar dogmas