Cuentos vistos de otra forma. Cenicienta
La cenicienta, sus hermanastras, su madrastra, el hada, el príncipe, y ella misma
Este cuento clásico con dos versiones con pequeñas variantes no es tan infantil, como parece a simple vista, y, tiene importantes enseñanzas si se quieren tomar
La cenicienta es cada uno, que en lugar de hacer valer su condición de hijo o hija de Dios, deja que la madrastra es decir el mundo, la parte negativa de la sociedad, lo hagan dormir en las cenizas, o sea lejos de Dios, con el mundo
Las hermanastras son las tendencias negativas de uno mismo, eso que lleva a no luchar, a acomodarse
El hada es La Iglesia, y el príncipe es Jesús
Pero el cuento puede ser visto también de otra forma
La cenicienta duerme sobre la ceniza, pero la culpa es suya, debió de negarse el primer día, ella es la heredera por lo tanto la dueña, no debe obediencia a la madrastra, si acepto la despojasen de sus derechos la primera culpable, es ella, uno nunca se debe dejar despojar de su dignidad
Las hermanastras buscan marido, porque hay mujeres que solo valen para casadas, y mal casadas, llegaran a mutilarse un pie, para calzar el zapatito, personas que renuncian a su religión para casarse, no que se conviertan no, simplemente apostatan
El hada pudo aparecer antes y ayudar a Cenicienta, aparece para ayudarla en el baile, y, solo hasta las 12, hay personas que debiendo ayudarnos no lo hacen, y cuando lo hacen es tarde y mal, pero hay que aceptar la ayuda
El príncipe es quien sabe reconocer el verdadero amor, la verdadera amistad, quien sabe en que se conoce, y lo busca hasta que lo encuentra, sin dejarse engañar por pies es decir por verdades mutiladas
Y, una última corta y cien por cien evangélica.
Los buenos siempre ganan.