Tengo que dar cuenta por los demás. Uno podría pensar, no cada uno es responsable de sí mismo, y eso es cierto, pero con matices, las personas son libres, por lo tanto si una persona opta por hacer lo que no debe, por el mal, la culpa es de ella solita.
Pues no siempre, en La Biblia, Dios nos dice por medio del profeta Ezequiel, que tenemos el deber de denunciar el mal, de avisar al que va obrar mal, que no está haciendo lo correcto, que va mal, no a obligarlo, no avisarlo, después si nos hace caso, en realidad, se lo estaría haciendo a Dios, que nos ha usado como medios, -Bendito sea Dios, ese hombre ha crecido en gracia, y, él que le alertó con él, si no hace caso, mal para él, pero quien lo avisó está libre de culpa.
Pero si uno calla, puede que él que iba obrar mal, ayudado por la gracia rectifique y no lo haga, pero Dios pedirá cuenta al que tenía que hablar y no habló
Y, si obra mal, Dios reclamará al que no hablo la vida de ese hombre, no la física la eterna.
Y, no se trata solo de hablar, en todas las formas que eso conlleva, para que él que va obrar mal no lo haga, o, él que está obrando mal rectifique, y, obre bien.
No, la Biblia por Santiago, nos recuerda que Dios trata con una misericordia especial, al que saca a un pecador del mal camino
El denunciar el avisar a los que están actuando contra la Ley natural, si son cristianos contra el Evangelio, que eso no es así, respetando su libertad, no imponiéndoles, es obligación, es colaborar con Dios en la Salvación
Y, a veces tendrá que ser a persona concreta, otras será en general, como los grupos pro vida, no sólo están defendiendo bebés no natos, están, ayudando colaborando con Dios en que los aborteros no acaben en el Infierno.
Y, no es solo con el aborto, es con cualquier cosa que vaya contra la Ley natural, la ley de Dios.
Eso sí las manías personales, las costumbres de la abuelita, muy lindas, pero ahi no entrá el prójimo-
