Al acoger a María, acogemos a Jesús, sino es otra María la acogida, puede que un ídolo.
Al acoger a María, en nuestra vida, acogemos a Jesús, es decir el trato con María, tiene que llevarnos a Jesús, nos lleva si es autentico, y, llevarnos a Jesús quiere decir llevarnos a amar La Biblia, a estudiarla, a orarla, llevarnos a amar a La Iglesia, empezando por el Papa, nos sea simpatico o antipatico a nivel personal, nos lleva amar al prójimo sea quien sea, amarlo, no darle caprichitos, ni decirle que es guapo, amor efectivo, el afectivo a veces sí, a veces no, nos lleva a amarnos en primer lugar después de Dios a nosotros mismos, somos la medida, y, eso es procurar nuestro bien, y, evitar nuestro mal, no el mal chiquito de una privación, sino el Mal eterno, sino, nos lleva a eso, y, nos lleva a dejar la Misa por ir ver un santuario mariano, o mover el culo en una piedra, o pasar debajo de la misma, a no estar atentos a la proclamación de La Palabra en La Misa, ni a la homilia, y, estar cn devociones marianas que no han lugar, a después de comulgar en lugar de concentrarnos en Jesús ir encender velitas..., si seguimos en contra del Papa por esto lo otro, o mucha medalla mucha imagen pero defendemos la pena de muerte, rechazamos exiliados, marginamos, defendemos el aborto, la eutanasia, el patramonio, o, matramonio, entonces la maría que hemos acogido es falsa, no es que pueda ser un ídolo, es que es un ídolo como las deidades femeninas.
María siempre, siempre lleva a Jesús, siempre nos manda hacer lo, que él quiere, porque sabe que es lo que él quiere, y, ella que es su Mamá, quiere complacer a su Niño Jesús en todo, Jesús para María, sigue siendo un niño, como todo hijo para su mamá.