El ser humano, como María, depende de Dios, y Dios lo quiere consigo y feliz.
Los seres humanos dependemos de Dios, los que lo sabemos, y los atontados que piensan que dependen de unas estrellas, y, los que piensan que dependen del destino, y, los que piensan que dependen, del azar
Hay un anuncio de tv de la organización de ciegos, ONCE, que dice, que al que le toca el premio de uno de sus juegos, se compra el tiempo. Lo siento mucho, ya sé que es publicidad, pero es mentira, eso no lo cree ni el más tonto
El tiempo no se puede comprar, hoy estamos aquí, y dentro de 1 segundo podemos caer muertos, es Dios quien ha decidido lo que vamos a vivir en este mundo, no un juego
Por eso los seres humanos dependemos de Dios, somos sus criaturas, si nos deja volvemos a la nada
Dios es nuestro Señor, nuestro dueño, porque nos creó, nos recrea, nos sostiene y porque nos redimió
Por eso puede pedirnos lo que quiera, y, nosotros como hizo María, que se sabía criatura y dependiente de Dios, como hizo Jesús que como hombre aunque es hijo natural es también criatura dependiente de Dios, como hizo José, tenemos que aceptar y agradecer esa dependencia, aceptando, amando y buscando y cumpliendo su Voluntad
No hacerlo es decir No a Dios y eso no, nos hace independientes, eso nos lleva al Infierno, donde seguiríamos dependiendo, pero además amargados y odiando.
Dios no quiere; nos quiere con él felices, por eso como hizo con María nos da su gracia, para que podamos decir que Si, y, si decimos que No, rectificamos y nos perdona, ni Jesús, ni Maria, ni José, tuvieron que rectificar, pero nosotros nacimos con falla