La verdad la Palabra de Dios
sorprende cada día, es como un tesoro que no se agota, siempre te comunica algo
nuevo, sin negar lo viejo, ni contradecirlo
Un texto te lleva a otro, no
buscando y arrancando versículos, no es como una fuerza que te empuja, cuando
has tenido buenos Felipes, y, buenos profes de Biblia
A todos ellos mi gratitud
La lectura y la oración bíblica
no es para mi algo nuevo, por lo que tengo que decir lo que sobre otros temas,
decía el buen Sócrates, “sólo sé que no se nada”
Me dejo de preámbulos, y, empiezo
En el Capítulo 21 del Evangelio,
según San Juan, se narra la pesca milagrosa, y, como Jesús Resucitado les
ofrece un almuerzo
Pero yendo al versículo 29,
leemos lo que en sí es un contrasentido
“Nada más saltar a tierra ven
preparadas unas brasas, y, un pez asándose sobre el pan” Jon 21,9
Puesta hasta que el otro día, lo
quiso El Espíritu, no me había dado cuenta de nada, pero ahora lo veo claro
Primero. Por qué un paz si eran
más de diez hombres
Segundo. Por qué el pan encima de
las brasas con el pez
Pues bien, las brasas son el
Fuego del Espíritu, El Espíritu Santo, se representa por el Fuego, el Agua, la
lluvia, la Nube, La Paloma
O sea que lo primero que está
diciéndonos es que es El Espíritu Santo, quien nos da el mayor Don, pero lo
hace por medio de Jesús, que es quien les ha mandado que salgan de la barca y
se acerquen
Qué don
Pues dice que ven un pez en el
pan, ahora bien, la comunidad Joánica escribe en griego, y, en griego (perdón
por mi griego, que es de oídas), pez se escribe “ICTIOUS”, y, esas letras son
las iniciales en griego, de la expresión, “Jesús el Cristo, Hijo de Dios
Salvador”, por eso los primeros cristianos usaban de anagrama un pez
Pues bien, cuando leían este evangelio, o lo escuchaban, lo que ellos
“escuchaban, leían, veían”, no era que en el pan estuviese un pez, sino lo que,
representaban sus iniciales, es decir, “Jesús el Cristo
Hijo de Dios Salvador”
Es decir que en el Pan que
recibían, en La Eucaristía, hablando en nuestro idioma, Jesús, no el cura esto
es para nosotros, Jesús por medio del sacerdote, con El Espíritu Santo, se
entrega en el Pan, o para decirlo más claro, en el Pan de La Eucaristía,
está realmente no figurativamente,
Jesús el Cristo, el Hijo de Dios Salvador”.