sábado, 2 de junio de 2018

El verdadero profeta confía en Dios





El verdadero profeta confía en Dios el falso se apoya en los ídolos

Por eso, no presume de profeta, hasta es posible que ni lo sepa, pero no puede guardarse La Palabra, y, la vomita sobre los demás

No se cree un privilegiado, sabe que Dios lo ha seducido, quiere callar pero no puede, pero sus palabras no son suyas, él es solo el altavoz

No lo callan las amenazas

Ni le hacen decir otra cosa los elogios

Reconoce primero sus culpas

Pero por ellas no deja de llamar al pan pan, y, al vino, vino

No es políticamente correcto

No le importan la mayoría ni la minoría

Su palabra aunque hable de castigo, aunque reprenda, despiden Amor, Justicia, hablan de Dios Amor

El profeta casi siempre acaba siendo mártir de alguna forma

Profetiza en La Iglesia, es decir dentro de la eclesialidad, unido a Pedro

Sabe que Dios no lo deja

El falso profeta

Presume de serlo

Se apoya en los ídolos, fama, riqueza, mass media etc

Sus mensajes manipulan la palabra de Dios, para llevar el agua a su molino

Desprecia La Biblia

Presenta un dios abuelete

O un dios justiciero ambos falsos

Sus mensajes no comunican paz

Busca el éxito

Podrá ser víctima nunca mártir

Se cree por encima, por debajo pero nunca se cree Iglesia

Pone las revelaciones privadas, o los estudios por delante de la Biblia