jueves, 28 de junio de 2018

Ponemos a prueba a Dios

Ponemos a prueba a Dios

Cuando el demonio, citando el Salmo 91, le dice a Jesús que se tire de lo alto del pináculo del Templo, Jesús que conocía la Biblia pues Él es La Palabra de Dios, mejor que el diablo le dijo, también está escrito no tentarás al Señor tu Dios, es decir no pondrás a prueba su Omnipotencia, ni su Amor. Dt. 6, 16

Y, es que muchas veces ponemos a prueba a Dios
Cuando uno se pone en peligro sea físico o moral sin necesidad, contando con que Dios obre de modo extraordinario, o del modo que sea, y, que lo libre, está poniendo a Dios a prueba

Cuando uno pide a Dios, y, trata de sobornarlo con un si lo obtengo me confieso, no si uno necesita confesión se confiesa, con y, sin  don obtenido

Cuando uno va de valiente y saca temas de fe, de moral sin tener formación ni valentía ni haber pedido ayuda a Dios para alardear ante ateos o impíos

Entonces sucede que si uno se tira del pináculo del Templo,  se parte la cabeza, porque además el Salmo prometía la protección de los pies, de la cabeza no decía nada

Esto no quiere decir que uno tenga que estar callado, no hacer nada, lo que tiene que hacer es formarse continuamente, tratar a Dios en la oración, y, entonces con esos arneses “podrá bajar del pináculo del Templo”, sin partirse la crisma, sin tentar a Dios.