El agua es una bendición de Dios, por eso como cristiana
tengo que agradecerla, aunque a veces me cabree la lluvia
Debo pensar en los que no la tienen, y, por ello no puedo
derrocharla como hace el Ayuntamiento de mi ciudad, que riega cuando llueve, no
puedo dejar grifos abiertos, y, no por la factura que también es pecado gastar
sin necesidad, sino porque esa agua, deja de ir a otros
Debo mantener en lo que de mi dependa limpios mares, ríos,
acuíferos
No comprar salvo que no quede otra productos de empresas que
como Nestlé dicen, que el agua para quien pueda pagarla
Porque el agua es una bendición y, un don para todos, buenos, y, malos,
y, no hay derecho a qué hoy siglo XXI,
haya mujeres que tienen que caminar cientos de kms en busca de agua, y, niños
que han de beber agua emponzoñada.