jueves, 3 de mayo de 2018

Jesús vivo en el Sagrario



Jesús vivo en, el Sagrario

Recuerdo a una gran persona, fallecida, bueno viva ya para siempre, con una gran Fe, y, esa fe se le notaba al estar frente, al Sagrario

Y, es que muchos católicos, más o menos formados nos olvidamos que en el Sagrario no está un objeto sagrado, santísimo, pero un objeto, casi mágico, pero objeto, ante él que hay que hacer unos gestos llamados genuflexiones, y, que por eso en muchos templos lo tienen en un rinconcito, total cuando la gente entra a rezar pues ya tiene sus imágenes

No, eso es totalmente erróneo, es más es herético

Pero tampoco están muy acertados, aunque si lo que creen es cierto que allí esta Dios, el Uno y Trino, pues donde esta una Persona están las otras dos, que por ello es lo primero, que ha de ser adorado

Pues sí es cierto, pero la verdad Dios está en todo lugar

No, lo que hace distinta La Eucaristía, es que en el Pan y el Vino esta un carpintero judío, si judío, circuncidado al octavo día, observante de La Tora, descendiente de David, al que Dios prometió que un hijo suyo, fue este Jesús, se sentaría en su Trono, en el Sagrario está el Hombre Jesús, el Hijo de Dios, de María de José, si de José también, no biológico pero si Hijo, por eso en los sagrarios están las letras. “JHS”, “Jesús el hombre que salva”

Y, por eso porque es humano y siente, es lo primero que debemos “ver”, acudir, hablarle, “oírle”, si oírle, porque nos habla al corazón en el silencio, nos habla por La Escritura, leída en el templo, o fuera, pero evocada ante Él, pedirle, darle gracias, menos las tonterías que algún atontado ha puesto en algunos mal llamados devocionarios, y, adorarle,  es el único ser humano que se puede, y, se debe adorar

Orar con Él al Padre

Y, no olvidar que no sólo está allí, está también donde nos juntamos 2 o 3 en su Nombre

Está en su Iglesia, que es su Cuerpo

Está en el hombre necesitado de ayuda

Está en nosotros en cada uno

Está en La Escritura

Porque a veces lo despreciamos y hasta contestamos mal, cuando nos pide ayuda, o una palabra de consuelo a la puerta del  templo, o nos baja en forma de vecina a pedir un favor, y, luego nos las damos de buenos chicos por adorarlo en el Sagrario, pues es el mismo