miércoles, 9 de mayo de 2018

Jesús los cito en la Montaña


Jesús los cito en la montaña 
Mateo 28,16-20
“Los once discípulos fueron a Galilea,  a la montaña donde Jesús los había citado. 
Al verlo, se postraron delante de él;  sin embargo, algunos todavía dudaron. 
 Acercándose, Jesús les dijo: "Yo he recibido todo poder en el cielo y en la tierra. 
 Vayan, entonces, y hagan que todos los pueblos sean mis discípulos,   bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo,  y enseñándoles a cumplir todo lo que yo les he mandado. Y yo estoy con ustedes hasta el fin del mundo”
Fin del Evangelio de la Comunidad de Mateo.
Mateo había situado el comienzo de la predicación de Jesús en una montaña, como el nuevo Moisés, y, como el nuevo Moisés, sitúa en otra montaña su despedida
Pero Moisés, mira desde el monte Nebo, la tierra que no poseerá, Jesús entra en su Reino, y, encarga a los suyos recordar a la tierra que le pertenece.
Algunos se postran es decir lo reconocen como Señor, como Dios, pero otros aún dudan la fe tardará en consolidarse, y, Jesús siempre será causa de dudas y de certezas para los creyentes
Jesús les comunica que ha recibido todo poder en el Cielo y en la tierra, esto no indica que no lo tuviera antes, como Dios lo tuvo siempre, como hombre lo tuvo desde su concepción, por la unión hipostática, pero era preciso que estuviese semi oculto, ahora ya no

El mandato a bautizar en el Nombre de La Trinidad no es mandato a imponer, sino a exponer, aunque muchas veces lo tomásemos de otro modo, exponer como  enseñándoles lo que Jesús enseñó y, mando  guardar, enseñándolo primero con su vida, luego con su palabra, y, entonces sí, a los que acepten se les bautizará, se les incorporará a la Iglesia
Lo que pasa es que muchas veces se enseñaron cosas que Jesús no enseñó ni mandó. Él Jesús se queda con nosotros hasta el fin del mundo. Se queda, porque así contaba Mateo su encarnación, es el “Emmanuel, el Dios con nosotros”, y, lo es para siempre
Se queda en cada uno
Se queda en el hermano, y, en él que aún no sabe que lo es
Se queda en La Iglesia en sus dirigentes
Se queda en La Iglesia en sus miembros
Se queda en La Escritura, y, en la Tradición divino Apostólica
Se queda en el Pan y el Vino de La Eucarística
Jesús Hombre está en Dios, pero Dios está en todo lugar, por eso Jesús hombre está con nosotros en todo lugar
Pero Jesús nos unió así, con Él ascendimos al Cielo, entramos en Dios
Por qué desde el monte de Galilea, porque es desde el recuerdo de nuestro bautismo, de nuestro primer compromiso consciente con Jesús, de nuestra conversión, y, las que siguieran desde donde hemos de renovar  la fe, aunque sea dudando, y, confesar a Jesús como Señor, para empezar a contárselo a los demás, y, que puedan ser salvados