Todos hemos oído alguna vez, al
imbécil ignórante, que suelta esta frase
“Creo en Dios pero no en la
Iglesia, rezo y voy a la iglesia”.
Ojo, no me refiero a personas que
procuran llevar una vida ética, que creen en un poder superior, no me refiero a
voy a darle un nombre. Doña Candela, que odia a los curas, que dice que ella va
a Misa, porque cree en Dios, y reza porque cree en Dios, pero no en los curas,
no en La Iglesia, la buena de Doña Candela, debería visitar un loquero, porque
lo suyo roza la estupidez patológica
Primero. No cree en La Iglesia,
pero acepta sus dogmas, porque si no los acepta, qué hace en el templo, es como
si yo voy al campo de fútbol, y digo que no me gusta el fútbol
Segundo. Las verdades que cree,
de quién las recibió, si oye voces malo, las recibió de sus padres,
catequistas, curas, en suma de la Iglesia
Tercero, cuando la bautizaron fue
hecha Iglesia, y, puesto que ahí sigue, no ha rechazado serlo
Cuarto. No cree en La Iglesia,
curas, etc. pero se arrodilla, y adora de forma idolátrica un poco de pan, y,
un poco de vino, porque si no cree ni en
curas ni en Iglesia, no cree, salvo que sea una mentirosa, que por las palabras
del sacerdote, Jesús descienda al Pan, y, al Vino, y, si Jesús no está en el
Pan ni el Vino, la adoración eucarística es idolatría
Quinto, doña Candela, reza a sus
muertos, y, por los muertos, pero por qué, ya que al no creer en La Iglesia
según sus palabras, no cree en el Purgatorio, pues de la Iglesia lo recibimos
como todo
Concluyendo Doña Candela es una
pobre imbécil, que haría mejor quedarse en casa, y, no ir a cometer sacrilegios
al templo, que un día le pueden costar muy caros, su condenación eterna