miércoles, 30 de mayo de 2018

Creo en Dios pero no en La Iglesia, pues disculpe pero es usted imbecil

Creo en Dios pero no en la Iglesia, rezo y voy a la iglesia. Pues perdone, pero es usted un imbécil.

Todos hemos oído alguna vez, al imbécil ignórante, que suelta esta frase
“Creo en Dios pero no en la Iglesia, rezo y voy a la iglesia”.

Ojo, no me refiero a personas que procuran llevar una vida ética, que creen en un poder superior, no me refiero a voy a darle un nombre. Doña Candela, que odia a los curas, que dice que ella va a Misa, porque cree en Dios, y reza porque cree en Dios, pero no en los curas, no en La Iglesia, la buena de Doña Candela, debería visitar un loquero, porque lo suyo roza la estupidez patológica

Primero. No cree en La Iglesia, pero acepta sus dogmas, porque si no los acepta, qué hace en el templo, es como si yo voy al campo de fútbol, y digo que no me gusta el fútbol

Segundo. Las verdades que cree, de quién las recibió, si oye voces malo, las recibió de sus padres, catequistas, curas, en suma de la Iglesia

Tercero, cuando la bautizaron fue hecha Iglesia, y, puesto que ahí sigue, no ha rechazado serlo

Cuarto. No cree en La Iglesia, curas, etc. pero se arrodilla, y adora de forma idolátrica un poco de pan, y, un poco de  vino, porque si no cree ni en curas ni en Iglesia, no cree, salvo que sea una mentirosa, que por las palabras del sacerdote, Jesús descienda al Pan, y, al Vino, y, si Jesús no está en el Pan ni el Vino, la adoración eucarística es idolatría

Quinto, doña Candela, reza a sus muertos, y, por los muertos, pero por qué, ya que al no creer en La Iglesia según sus palabras, no cree en el Purgatorio, pues de la Iglesia lo recibimos como todo

Concluyendo Doña Candela es una pobre imbécil, que haría mejor quedarse en casa, y, no ir a cometer sacrilegios al templo, que un día le pueden costar muy caros, su condenación eterna