Los judíos pensaban que si veían
a Dios, iban a morir, San Juan en el Evangelio, nos dice que a Dios no lo vio
nadie, fuera de Jesús, que estaba en Dios
Naturalmente, con esto, hay que
tener cuidado, ver a Dios, no es ver, como se ve un objeto, porque Dios no es
un objeto, la visión beatifica, es otra cosa, que estamos en la tierra muy
lejos
Las teofanías, que no son verdad
de Fe, nos hablan de que Dios se revela al hombre, se manifiesta, pero no son
para tomarlas al pie de la letra, son símbolos
Y, también lo es la expresión, de
que temían ver a Dios
No eran imbéciles, y, sabían que
Dios no puede ser visto, con los ojos del cuerpo, ni con los del alma, porque nos transciende
Ver a Dios, es conocer su
voluntad, y, entonces, si conozco la voluntad de Dios, tengo que obedecerla, y,
pienso, si hago lo que Dios quiere, no, lo que yo quiero, “dejo de ser yo”,
“muero”, como individuo
Pero no es así, al contrario, el
contacto con Dios, “ver a Dios”, nos resucita