Hay muchas cosas que me gustan de La Virgen María, bueno me gustan todas, pero hoy quiero centrarme en su aspecto más cercano a nosotros, no mas humano, porque Ella, es sólo humana, no, quiero fijarme en su relación con la divinidad, aunque, sea casi imposible, siendo Madre, de Jesús, quiero fijarme en su ser madre, y, muje
Tan pronto el ángel avisa, a San José del peligro de Herodes, ella, con su esposo emprende el camino al exilio con los riesgos que eso con lleva, sin los tontos milagros de los apócrifos, y, lo hace, por salvar a su, Niño, que sabe es el Mesías, pero que lo salva que, daría la vida por él, no por eso, si no porque es su Niño.
Cuando ya la vida en Egipto se ha normalizado, acepta el volver a Israel, por Él por su Niño
Cuando Jesús, se pierde, mentira, se queda por que sí, como un buen pre adolescente, Ella no recuerda, a Isaías ni a ningún profeta, Ella como, Mujer intuye el peligro, no escucha redobles de semana santa, pero si sabe cuántos niños son secuestrados por caravanas de árabes, y, convertidos en eunucos, y, no para hasta conseguir a su Hijo.
¿Por qué echa en falta a Dios?
No, Dios, a Esta Mujer, no le falto nunca, echa en falta a su Niño, y, no para por algo es Mujer, hasta que da con Él, y, cuando lo encuentra se pasa por alto la prohibición que impedía: a las mujeres entrar, en el recinto donde los hombres, los rabinos y, los levitas discutían, “sí que le iba impedir una ley tonta, acercarse a su Niño”; y, no duda, y, lo reprende ante todos, y, pese a la respuesta de Jesús, no lo deja en el Templo con los fariseos, su Hijo, no iba ser un fariseo, lo agarra, y, se lo lleva con ellos, y, a lo mejor hasta le dio un par de tortas, tenía derecho, y, lo castigo sin jugar un día con sus primos; pero el Niño volvió con ellos, que es, Mujer pero sobre todo Madre
Y, cuando se encuentra con el Hijo ya adulto en la boda de Cana, no duda en pedirle, sabe que en apariencia dirá que no, pero que no podrá negarse, lo conoce, Es Mujer, y, sobre todo Madre
Después en apariencia lo deja, Ella, no es como las madres de algunas famosas, no quiere robar le nada a Jesús, no quiere que ningún elogio se le dé a Ella y, se le quite a Él, no porque sea su Dios, porque es su Hijo
Hay un episodio que a muchos puede escandalizar, cuando va buscar a Jesús con sus parientes para llevarlo a casa, pero eso es si no se conoce; cual era la situación de la mujer en aquel mundo, y, tiempo, esta tenía menos autoridad que un niño de un año en el nuestro; dependía de la autoridad del esposo, y, si era viuda del Hijo mayor, y, de los parientes
Pero el Hijo mayor era Jesús, no tenía más hijos, así que tiene que aceptar, aunque le duela que, sus parientes la lleven hasta Jesús, ellos si que iban con intención torcida, no creían en Él, Ella sí creía, pero no quería le hicieran daño
No esta, cuando entra en Jerusalén, triunfante, bueno si esta, pero en silencio, como una más
Sin embargo, cuando todos, todos, hasta su Padre, lo dejan, cuando esta sucio, herido, convertido en una piltrafa humana, lleno de heridas y, llagas maloliente, cuando nadie la va alabar por ser su Madre, y, sólo le dirán palabras hirientes, o insultos, o, palabras de falso consuelo, que aún duelen más
“Pobre mujer, que mala suerte, un hijo así, un hijo que muere maldito”, Ella no se esconde, no se oculta, esta a su lado, de pie, no hay tiempo para ponerse de rodillas, esta de pie, animándolo, a no ceder a la tentación, a la última tentación, no la de Scorsese, la de verdad la de bajar de la Cruz
Y, lo recibe en sus brazos cuando muere, y lo hace, porque es Mujer, pero sobre todo Madre
Y por ello, como desde ese día, desde el, Viernes, Santo, ya lo era, por aún no lo sabia; es nuestra Madre, confía en nosotros, y, nos pide segura de que le vamos obedecer, que obedezcamos, y, hagamos lo que nos dice su Hijo
Y, es que María es Mujer, pero sobre todo, sobre todo es Madre
Madre de Dios, hecho Hombre, del Dios humanado; y, Madre nuestra
No diosa, Mujer de carne y hueso