miércoles, 12 de febrero de 2014

cuerpo mente evolución

Cuerpo mente evolución
Soy evolucionista, pero no idolatra, no pongo mi Fe, en la Ciencia, si en Jesús, el Hijo de Dios; por eso, no acepto todo, lo que me dicen, si a la Fe, le pido razones, a la Ciencia, le pido, pruebas, certeza, no misterios, y, como no creo en la magia, no puedo, por puro sentido común; admitir una evolución que prescinda de Dios, por muchas razones, pero ahora centrándome en el ser humano, y, los animales superiores, con más razón.
Es evidente, que hay muchos puntos en común, en el cuerpo de los distintos seres vivos, y, del mismo modo miles de diferencias, pero hay algo que nos diferencia, y, es la mente, y, el alma, hago distinción entre ambas
Hay; animales que prácticamente carecen de cerebro, insectos, y, otros que tienen un cerebro muy rudimentario, lo tenían hace millones de años, y, lo siguen teniendo ahora, otros por ejemplo como los primates hermanos gemelos del señor Singer, con perdón de los pobres primates, que a decir verdad ningún mal me han hecho, han alcanzado un cierto desarrollo mental, que les permite aprender, establecer jerarquías, la mente es algo material, sin embargo el pensamiento, el aprendizaje aunque sea primitivo como es en los animales superiores no es material, la capacidad de querer instintivamente, pero que no tienen por ejemplo los insectos, ni la mayoría de los peces, tampoco es material, entonces.
¿Cómo es posible, que de la existencia de un cerebro primigenio, o, de la casi inexistencia del mismo, se haya llegado a un cerebro especializado, con una mente capaz de pensar, de querer, mientras que otros individuos de la misma especie, siguen igual?
Porque el animal lo decidió, quien no tiene mente, no piensa, y, no puede decidir nada, si los animales fuesen tan inteligente, lo seguirían siendo, y, parece que gastaron toda la sabiduría, es evidente que, hay lazos comunes entre todas las especies, pero no lo es más que el desarrollo del cerebro, y, su capacidad cognitiva, e. intelectual no puede surgir de la nada, ni de un elemento inferior a ella, nadie da lo que no tiene
Y, la cosa se complica, cuando llegamos al hombre, el alma racional, la libertad la capacidad de elegir, de distinguir el bien del mal, de creer en una Justicia superior, en la inmortalidad del alma, ahí están, los enterramientos efectuados por nuestros ancestros de Atapuerca, el culto a la divinidad, el hacer el bien, y, evitar lo que se tiene por mal, por miedo, (lo del Amor; vendría más tarde) no a una justicia humana, sino a ,Algo, o Alguien trascendente, y, distinto del hombre, no surgió porque un día, lo decidiera el señor Pitecantrepus, no, el pretender que se acepte que, el mono un día se levanto hombre, aunque ese día represente millones de años, es tomarnos por imbeciles, o, pedirnos una Fe, que sólo Dios me puede exigir.
Ahora bien, si admitimos a Dios, entonces sí, no tengo reparo en aceptar a los primates como mis directos antepasados, al fin, y, al cabo a quien no le gusta tener antepasados monos, y, éstos lo son.