A María no le fue fácil obedecer. Pero por nada, habría dado marcha atrás en su Sí. De una reflexión de Cantalamessa
No, no le fue fácil, primero aceptar aquella concepción virginal, sabiendo que no tenía medios de explicarla, y que José podía pedir su muerte, otra hubiera pedido tiempo para consultar al menos con José, ella no, ella dijo Fiat
No había las carreteras de ahora, y tener que partir de viaje a punto de dar a luz, sabiendo que no se va encontrar alojamiento y ver como su hijo nacía en una cuadra, no era fácil, pero ella en su corazón dijo Fiat
Luego hubo que huir de noche, ella pudo decir, “No me muevo de aquí, el ángel me dijo que mi hijo sería grande, que...” pero no lo hizo mudó al Bebé, le dio la teta, envolvió pocas cosas y con su esposo marcho al exilio
Luego en Egipto primero, luego en Nazaret, vio al hijo tan normal, que parecía demasiado normal, y no cuestionó, en su corazón siguió diciendo Fiat
Ya viuda un día el hijo la dejó, para ir anunciar el Reino, lo vio despreciado por la clase religiosa, por la gente buena, hasta por sus vecinos, nadie salvo los poseídos le llamaban “hijo de Dios”, donde quedaba todo lo prometido, no se quejo
Lo vio morir en una cruz
Enterrado en tumba privada
vio a los suyos perseguidos condenados como lo había sido él, no se rindió en su corazón mantuvo el Fiat
No, María no lo tuvo fácil, por eso nos comprende.