La Cruz es el misterio del Dios
que se humilla
La Cruz no era una muerte
cualquiera, no por sus sufrimientos físicos que los había, posiblemente peores,
si no morales, tal vez para un romano, fuese una vergüenza, pero sólo se
aplicaba a los no romanos, o a los esclavos que no tenían condición de personas
Pero para un judío la muerte, o
la horca, era señal de maldición divina, “Maldito todo el que cuelga del
madero” Levítico
Y, Dios en Jesús se hace
maldición, Jesús niño no jugaba con cruces, era algo maldito, por eso es normal
que Pedro tratase de alejar de alejar de Jesús aquellos pensamientos
No cuadraba La Cruz, con el Dios
de Israel, ni con su Mesías
Y, sin embargo, Jesús muere en La
Cruz, ahí empieza la salvación, Dios toma la Cruz se humilla en Ella, se
solidariza con todos “los malditos de la historia”; no con los malditos de Dios
Y empieza salvando a un
terrorista, si Dimas no era ladrón era un rebelde a Roma, un terrorista,
empieza salvando y ofreciendo la salvación a todos, desde La Cruz, hecho maldición,
para que nosotros seamos benditos en Él