Jesús se aparece a la Magdalena
Hecho. Se puso junto al sepulcro llorando, Jesús se le acercó, pero
ella le tomo por el jardinero, y, le pidió que le dijera dónde tenía el
cadáver, entonces Jesús se volvió, y, la llamo por su nombre, ella conoció su Voz,
era de sus ovejas, “ las ovejas oyen la voz del Pastor, y, lo siguen porque
conocen su voz, pero no seguirán a un extraño; porque no conocen la voz de los
extraños” Jn 10, y, quiso agarrarlo,
pero Jesús, no le dejo, la mandó anunciar su Resurrección a los demás, “No me
toques porque no he subido al Padre, dile a mis hermanos, subo a mi Padre, y,
vuestro Padre, mi Dios, y vuestro Dios”;
Como La Esposa del Cantar de los Cantares, que busca a su Amado, en el huerto, María
de Magdala, que representa al cristiano, a la
Iglesia, va buscar al crucificado
al huerto, y, quiere retenerlo, pero Jesús, Dios no puede ser retenido, es de
todos
Pero el Espíritu lo traerá de
nuevo en Pentecostés, y, entonces aunque será de todos, será también de cada
uno
Donde se repite hoy esta escena. Cada vez que uno, confunde Fe
con cultura, con historia, cuando vamos
a la iglesia por rito, cuando la Biblia es un libro de hechos pasados, La
Eucaristía, casi un objeto, santísimo sí, pero objeto, cuando buscamos lo que
dijo Jesús a otros, o en otro tiempo, no lo que nos dice ahora, cuando una vez
hallado, lo queremos para nosotros solos, y, caemos en capillismos beaterías,
en lugar de ir anunciarlo