Dios es fuego que destruye nuestros pecados
La Biblia describe a Dios muchas veces, con imágenes, una de
ellas es la del Fuego, el salmista dice que Dios es fuego purificador; Isaías,
ve a Dios rodeado de Fuego, Moisés la Zarza ardiente, Pentecostés describe la
venida del Espíritu Santo, como lenguas de Fuego
Y, Si es cierto, Dios es Fuego, no fuego material, el Fuego de Dios es su Amor,
el Amor abrasa, hasta el humano, cuanto más el divino
Y, es este Fuego, el que destruye nuestros pecados, los
arrasa de tal modo, que no queda ni rastro
Es cierto, que es necesaria nuestra colaboración, pues Dios
nos hizo libres, quien no quiere ser perdonado, y, no quiere el que no se
arrepiente, él que piensa seguir del mismo modo, ese, se bloquea, pero aun así,
Dios siempre acaba por vencer
Y, una vez que el pecado fue perdonado, esta quemado,
olvidado, Dios ya no se acuerda más de él, porque no existe, por eso, las
confesiones generales, entiendo no tienen sentido, para mi personalmente ahora
son una ofensa a Dios, hablo siempre a título personal
Por varias razones
1. Porque
es desconfiar de la misericordia de Dios, que ya perdono, esa falta
2. Es
vivir revolcándose uno en la basura que es el pecado, haciéndose daño, uno
también tiene que perdonarse
3. Es
un acto de soberbia disfrazo de humildad, como si uno fuese el inventor del
pecado, si pecado original sólo hay uno
Claro que, una cosa es no volver sobre el pasado, y, otra no
confesar y no arrepentirse de los pecados cometidos, aunque ya se hubieran
confesado en otra ocasión, porque si se
han vuelto a cometer, ya es otro pecado, otra ofensa
Y, otra cosa también es olvidar lo mucho que debemos a la
misericordia de Dios, todo lo que hizo, y hace por nosotros, hasta donde llego,
y, recordar lo que le debemos de donde
nos sacó, y a donde habríamos llegado sin su Gracia, no para pedir perdón de
nuevo, si no para dar gracias.
Lo perdonado, perdonado esta