Y muerte de cruz
La carta a Los efesios, en su himno cristólogico, nos dice que Jesús por nosotros se sometió a la muerte de cruz, por nosotros y por obediencia al Padre.
Podemos caer en el error de no calar en todo lo que encierra la frase, “se sometió a muerte de cruz”
Podemos verlo, como que acepto una muerte muy cruel y dolorosa, lo era, pero otras lo son más, los que eran desmembrados vivos
Que era una muerte de esclavos, lo era y otras también
Todo eso es cierto, pero lo que asombraba a los primerisimos cristianos todos ellos judíos, no era eso solo, lo que los llevaba a unir aquello con el Siervo de Yhv de Isaías, era que Jesús el Hijo de Dios, el Verbo de Dios, el Mesías de Dios, por obediencia al Padre, y, para rescatarnos, se había hecho maldito, maldición.
Porque La Escritura era clara,el Libro del Levítico, proclamaba maldito, “A todo él que pendiese del madero”, es decir crucificados y ahorcados
Jesús para glorificar al Padre con su obediencia en lugar de nuestra desobediencia, y,, para que nuestra desobediencia quedará borrada con su obediencia, llevo al cumplimiento toda La Ley, por eso puede decir. “Todo se ha cumplido”, porque para Gloria de Dios no, desdeño ser maldito, no es que no buscase su gloria, su éxito, es que toco el infierno
Y, es por ello, que el Padre lo hace en su humanidad Bendición para todas las generaciones, lo eleva hasta sí mismo, porque por Amor a Él no desdeño bajar a lo más bajo, y, en ese Amor al Padre estaba él para salvarnos a cada uno
Cristo se hizo maldición, para que cada uno de nosotros fuera bendito.