“¡Cuán loco es el amor de Cristo para con nosotros!”
No recuerdo quien dijo esa frase, pero es cierta, ya San Pablo se asombraba de que Jesús hubiese muerto por la salvación de cada uno; y, decía que a lo mejor por una persona buena, podría haber alguien dispuesto a morir
Pero el caso era que siendo pecadores, Cristo murió por nosotros
Pero va la cosa más lejos todavía, Jesús es Dios y hombre, como Dios es el Hijo, el Verbo la Palabra eterna del Padre, por medio de la cual Dios crea y conserva todo
Jesús, el Verbo de Dios crea a cada uno, ya sabemos que lo que hace una Persona divina, lo hacen las otras dos, aunque luego en la Encarnación, solo se encarne el Verbo, pues bien el Verbo el Hijo de Dios nos crea, con conocimiento de causa, es decir viendo lo que cada uno va hacer usando o mal usando su libertad, ve pues nuestro pecado, no solo el original padre de los otros no, todos
Y decide venir enseñarnos el Amor de Dios, y, enseñarnos a amar, que como decía mi tía Flora, es obedecer, y ve nuestro rechazo y que le llevará a la muerte, pues bien le importa un pimiento, y, se rebaja a lo más bajo, se anonada, se vacía de sí mismo, Pablo en Filipenses, usa la palabra kenossis, vaciamiento, desposeimiento total, digamos que se hace nada, empieza por ser un cigoto en una mujer, en una criatura, si llena de Gracia que le ha dado él pero criatura, distancia infinita de Uno a la otra
Y, él que es la Sabiduría infinita se hace un niño, un ser humano, que si no le enseñan no sabe, y, se hace débil, eso si no tiene pecado, pero como hasta eso echa en falta, se echa encima los nuestros
Y, muere por cada uno, en La Cruz, muere como maldito, para hacernos benditos y nos toma consigo, y, nos levanta nos resucita con él, nos sienta a su Derecha, le parece poco y nos da La Iglesia, le parece poco y se queda en el vino y en el Pan de La Eucaristía; realmente solo quien está perdidamente enamorado loco perdido puede hacerlo, Jesús lo está de cada uno
