La verdadera historia de la ratita presumida; y el queso de cabrales
Todos conocemos el cuento de la ratita presumida, pero lo que no sabe la mayoría; es que lo que dice el cuento, no es verdad
No, bueno para empezar si es cierto que la ratita se había comprado un lacito rosa muy mono, y, se lo había puesto en su rabito, que cantaba mientras barría, y, que le salieron muchos pretendientes
Lo que no es cierto es que su esposo el señor gato, se casase con ella, con intención de comérsela, de asesinarla
No, el gato Ciro se casó enamorado oficiando la ceremonia de la boda el alcalde perro, quien deseó larga vida a los contrayentes
El motivo de la muerte de la ratita presumida, es que ella en realidad había encontrado 2 reales con uno, se había comprado el lacito, y, con el otro un trozo enorme de queso de cabrales, que guardaba egoístamente para ella sola
Todas las noches mientras su esposo el gato Ciro, dormía ella la muy ladina, se levantaba y, se zampaba o roía un buen trozo de queso
Aquella noche fatídica, también lo hizo, pero como hacía frío se llevo el queso al tálamo nupcial, Ciro el esposo noto el olor y guiado por su instinto, se abalanzó sobre él mismo, llegando casi a devorar a su esposa la ratita presumida
Cuando comprendió lo hecho, trato de salvarla la vida, y, por fortuna se pudo hacer, el matrimonio fue disuelto, y, ambos comprendieron que aunque un alcalde perro los case, Dios no hizo las ratitas para los gatos, sino para los ratones
Esto es un cuento recontado, pero los cuentos son siempre verdad.
Que lo disfrutes y pienses un poco
Fin