El verdadero discípulo de Jesús, vive la gratuidad
La gratuidad es saber que todo lo que tienes, la vida, la fe, la pertenencia a La Iglesia, los conocimientos etc.
Lo tienes sin mérito alguno, que hay otros mejores que tú, que no los tienen, que te los han dado gratis, y, por ello tienes que hacer varias cosas
Primero. Agradecer el tiempo es corto para hacerlo
Segundo. Hacerlos crecer
Tercero. Compartir, ponerlos al servicio de los que no han recibido
Cuarto. No ensoberbecerse, como si fuesen logros tuyos
Y, aquí, si tengo que dar gracias a Dios, porque aunque sienta tentaciones en este campo las venzo, vivo la gratuidad, no con la perfección que debiera, sí, con la que Dios conoce y me da.
Pero debo estar alerta porque El Enemigo acecha, y, puedo acabar cayendo en lo que en Dios creo no voy tan mal.
Puedo decir pues, que soy discípula de Jesús