sábado, 14 de agosto de 2021

nadie se convierte por pura iniciativa


 Nadie se convierte por pura iniciativa
" Tendré que  plantearme mi conversión si se cura.."
En la serie de  tve “Acacias 38”, uno de los protagonistas, que ha cometido varias barrabasadas para vengar la muerte de su hijo, ante la operación a vida o muerte de su amigo y cómplice, comenta a su nuera. " Tendré que  plantearme mi conversión si se cura.."
Está decidido, si Dios escucha la oración de su nuera y se cura, el amigo, a convertirse, pero la conversión no funciona así, la conversión es una gracia un don de Dios, no le hace un favor el hombre que se convierte a Dios, como da a entender la frase del personaje, si no Dios al hombre buscandolo y llamándolo a la conversión
Conversión que no es sólo el arrepentimiento  en este caso, por  los crímenes cometidos, ni el odio, si no una vuelta a la Voluntad y los brazos de Dios
Tampoco bastan, como piensa el personaje, seguramente sus guionistas que de dinero a la parroquia, “porque aunque reparta todos mis bienes a los pobres, sin el amor de Dios en mí, no soy nada”
Y, ese amor de Dios, llamado Caridad, lo infunde Dios, cuando nos justifica, sin mérito alguno por nuestra parte, sólo por Amor a su Hijo, que se ofrece por nosotros
A los católicos y ortodoxos, Dios nos da esta justificación, cuando nuestro dolor es por puro amor a él, y, cuando nos acusamos de culpables ante el Tribunal de la Misericordia, es decir la confesión,  pero para todos, Dios tiene los brazos abiertos
Pero sin la reconciliación con Dios, la limosna no justifica, porque sólo justifica Dios
Y, nadie se convierte, si Dios primero no lo busca