Comprar de balde no sólo vino, sino también leche.
Es lo que nos dice Dios por el profeta Isaías, tras recordarnos que gastamos fuerzas y dinero en lo que no vale para nada y no alimenta
Nos invita a comprar de balde, es decir a adquirir en propiedad como si lo pagásemos vino y leche, de balde porque es otro quien lo paga por nosotros, el vino, los judíos lo sabían, lo traería el Mesías, se bebería en su Reino; nosotros los cristianos sabemos que el Mesías es el judío Jesús, al que su Pueblo no supo reconocer, y, Él nos da el vino, Vino que emborracha con la embriaguez Santa del Espíritu Santo, ese Vino es su Sangre, que derrama en La Cruz, pero cuya entrega adelanta en la Cena pascual celebrada con los suyos, consagrando el vino la cuarta copa, y, haciéndola su Sangre, y, que actualiza en cada Misa, por las Palabras del Sacerdote que actúa en su Nombre, en Nombre del Mesías
¿Y, la leche?, la leche es lo que nos nutre, los niños pequeños no pueden tomar vino, se les da leche, y, La Iglesia Esposa de Cristo, como buena madre, nos amamanta, así pues la leche de la que habla para nosotros el profeta, son las oraciones de los santos, la liturgia, la catequesis, las homilías, la formación que nos da La Iglesia, Los Sacramentos, de modo especial el Bautismo y la Penitencia
También por la leche pago Jesús