“Qué bueno saber, mi Dios, que
nunca me vas olvidar, además sé que es cierto”
Yo sé que puedo fallarte, que voy
a fallarte, lo hice muchas veces, con pleno, plenísimo conocimiento de lo que
hacía, y, libre, libremente, otras no tan libre, ni tan consciente
Yo te he dicho, “No” muchas
veces, sé que volveré hacerlo, decir lo contrario sería mentir, volveré a decir
no, apoyada solo en mi
Yo te ab abandoné, te dije que
no, te olvide
Pero Tú mi Dios, Tú nunca me
olvidas, me llevas tatuada, estas en mi, aunque yo no esté en Ti
Gracias Dios mío, y no dejes que
te olvide