lunes, 15 de enero de 2018

La Puerta estrecha

La Puerta. Estrecha, es la que me pide llevar pocas cosas, no puedo llevar más ley que el Evangelio, y, las que se funden en él, fuera leyes impías, injustas, fuera la ley de mi propio capricho
Fuera todo lo que. Se opone al amor, a Dios, en Él, y por Él a los hermanos a la creación, a mí misma
Sin méritos sólo Cristo, porque los méritos abultan y no se pasa cómodo, pues es estrecha
Sin, nada propio administradora, no dueña a disposición de Dios en los hermanos, pues cualquier riqueza estorba y es imposible caber, desnuda, como los niños pequeños, es decir sin el ropaje de la hipocresía, de la conveniencia, de la falsedad
Que lejos estamos, estoy de poder pasar por La Puerta estrecha

Porque pasar con arreglos con el mundo y Dios,  cumplir cuando conviene la Ley de Dios y aceptar la humana en sus burradas porque son otros tiempos
Amar a Dios un poco, y, a mí, sobre todas las cosas
Creerme, creernos dueños de todo
Querer premio, y, proclamar méritos por lo que tenía, teníamos obligación
Poner a Dios en último lugar, o dejarlo como un adorno
Vestirse con el traje que corresponda, para la ocasión, progresista, avanzado, conservador, clásico, creyente, creyente porque ya sabe eran otros tiempos….
Es un equipaje tan grande, que hace falta la puerta de una muralla