Dios está siempre a nuestro lado,
como nos recuerda y decimos en el salmo 23
El salmista, lo dice bien claro,
aunque pase por un valle tenebroso no temo mal alguno, porque tú, vas conmigo
El valle tenebroso, son esos
momentos en la vida, en que todo, parece hundirse, en que no se ve salida,
puede ser psicológico, o, real, motivos de todo tipo, pero el panorama se ve
negro
El ateo, el no creyente, si no
siente una mano amiga, por medio de la cual le toca Dios, aunque no lo sepa,
puede acabar en el suicidio
El creyente, si en vez de Dios,
se ha hecho un dios, también
Pero quien se apoya en Dios, el
Dios Uno, y, Trino, no le desaparece el Valle Tenebroso, no hay milagrería,
pasa por él, por el valle sufriendo, y, sabe que los que le apoyan, son
instrumentos de Dios, sabe que en ese
valle, el Padre, el Hijo, el Espíritu van con él; y, que no le dejan de su mano, que el Hijo,
sufre con él, sabe que ese valle pasará,
ignora, si lo acabará de pasar en esta tierra, o, en la Nueva, pero sí que lo
pasara, porque sabe también, como dice otro Salmo
Que si el afligido invoca al
Señor, Él lo auxilia, y, lo libra de sus angustias, y, si no lo invoca también