miércoles, 24 de agosto de 2016

Nada me puede separar de Dios



Nada me puede separar de Dios

Pablo, es decir el Espíritu Santo es claro, ni la muerte, ni la guerra, ni el Cielo, ni el Infierno, me puede separar del Amor de Dios, manifestado en Jesús

Pablo como Jesús era judío, y, pensaba como tal, para nosotros, si una persona me salva la vida, me quita de un peligro, yo estoy en deuda con esa persona de por vida, le debo lo que hizo por mí, que es impagable; pero para los judíos es al revés

Si yo salvo la vida a una persona, si la quito de un peligro, estoy en deuda con ella, me hago responsable de ella, la he salvado, pues cargo con ella, por eso Pablo dice

“Quien nos condenará, Cristo Jesús, él que murió, y, resucito, he intercede por nosotros..”


No, porque precisamente hacerlo sería anular lo que hizo, al dar su Vida por nosotros se hizo responsable ante el Padre, de cada uno, no puede como buen judío, desentenderse de nosotros,  tiene la obligación de cuidarnos y salvarnos, lo que hizo, y, hace, el Padre, si dejo que Jesús, nos diese su Vida, se obligó también,  vamos que sólo yo, me puedo apartar de Dios, y, Dios no me va dejar