Nabot, Acab,
Jezabel, el abuso del poder, y, la
fidelidad a la ley; la ley judía prohibía vender a perpetuidad los campos la
tierra, era un modo de hacer que Israel no se olvidase de que su dueño era
Yahvé, es por ello que cuando Acab, el rey de Israel, no de Judá, quiere
comprar a Nabot, su campo este se niega
Pero la reina
Jezabel, trama un plan, la muerte de Nabot, si éste muere como blasfemo
lapidado, sus bienes, su campo, será para el rey, así que contrata a testigos
falsos, y, Nabot muere, como un impío
Pero Dios, que
actúa cuando quiere, lo hace ahora, resucita la memoria de Nabot, y, lo hace por medio de su
profeta Elías, este no teme enfrentarse al poder real
Podría haber
pensado, total ya está muerto, porque arriesgar mi vida, pero el Espíritu Santo
que hablaba por él no le deja, restituye a Nabot su honra, denuncia a los
culpables, y, lo que les va suceder, lo hace de parte de Dios, y, con tiempo,
para que puedan cambiar, arrepentirse, el rey lo hará, la reina no sabemos
Ellos usaron mal
de su poder, abusaron del mismo, fueron malos reyes
El castigo se lo
dieron ellos mismos