Jacob
Consiguió la primogenitura con engaño y tuvo que huír hacia casa de su tío, en el camino se acostó usando una piedra de almohada, y, se quedo dormido
En su sueño vio una escalera por la que subían y bajaban los ángeles que servían a Dios, al despertar se dijo, “Este es un lugar santo, Casa de Dios y Puerta del Cielo, consagro la piedra con aceite, y, le llamo Betel
Sin saberlo había dicho palabras de salvación, si El Cielo tenía puerta, si había escalera por la que los ángeles subían y bajaban, un día, Dios bajaría a los hombres, sería un nieto suyo, un día se abriría la puerta para que los hombres que quisieran pudiesen entrar
Jacob siguió su camino, y, fue atacado por un desconocido, da igual si fue un bandolero, si es una lucha mítica, el texto sagrado, dice que fue herido en el muslo, y, por eso los judíos no comen jarrete, en realidad es un eufemismo, es herido en los genitales, es decir es consagrado, de él de su simiente han de nacer reyes, profetas, hasta llegar al Mesías
Jacob lucha toda la noche, y, vence, el contrincante le pide que le suelte, Jacob responde, no te soltaré hasta que me bendigas, no luchaba con hombre
Y, el atacante responde, No te llamarás más Jacob sino Israel, porque has luchado con hombres y ángeles y has vencido
¿Había vencido Jacob a Dios?, No, Jacob se había vencido a si mismo, todos en mayor o menor grado tenemos un día, o muchos, nuestra lucha personal, nuestro Getseman, nuestra prueba, y, entonces se establece una lucha, justificamos nuestra voluntad, nos inventamos mil razones, y, vuelve su Palabra, nuestra conciencia, a recordarnos a decir que tenemos que seguir a casa del tío Labán, que tenemos que ir hablar con el faraón que deje salir a su Pueblo, que tenemos que dejarnos crucificar…, y, cuando uno acaba sometiéndose, venciendo la propia voluntad y, tiene el valor de decir, “se haga tu voluntad no la mía”, y, sigue adelante para cumplir lo que el Padre quiere, uno ha vencido, incluso si no es consciente de ello
Al contrario cuando opta porque venza su voluntad, aunque se piense vencedor ha sido vencido
Llega Jacob a casa de Labán, y, se enamorara de su prima Raquel, por la que servirá no 7 años si no 14, pues no se le dará a Raquel sino a Lía, y, para que se le de a Raquel habrá de servir 7 años más
Un día saldrá de casa de su suegro y tío Labán muy rico, con ganado, sus dos mujeres, sus concubinas y sus hijos, con una gran riqueza para dar a su hermano Esau y conseguir así la Paz, Jacob Israel, ha vencido también su resentimiento
Hará las paces con su hermano
El Espíritu Santo, al que desconoce está sin embargo actuando en él