lunes, 29 de noviembre de 2021

Nada sembrado se pierde

 

Nada sembrado se pierde
Nada sembrado se pierde, aunque lo parezca, ni lo que cayó entre piedras. Al quedarnos en la superficie de la parábola del sembrador, podemos auto engañarnos y pensar que a veces se pierde el tiempo, pero no es cierto nada se pierde, la semilla siempre acaba por dar fruto grande o pequeño, sin que el sembrador lo sepa, aunque caiga entre piedras, acabará por germinar, y un pájaro hará con ella su nido, y, alabará a Dios con sus trinos,
Con la confesión de la fe, con la defensa de la Verdad de La Justicia, de la Vida, con dar testimonio de la Fe pasa lo mismo, sí de verdad lo eran no se perderán y, llegaran a quien lo precise, aunque no sea él que tú, yo, o el otro pensaba La única semilla que se pierde es la que no se siembra