Dar fruto
“Lo mismo que el río de Ezequiel daba frutos, porque entraba en contacto, con el agua del santuario, yo, daré frutos, si dejo que tu Espíritu, “El agua de tu
costado”, me purifique.”
Y; tú, yo; el otro, sólo daremos fruto grato a Dios, si dejamos que el trato personal con Jesús, nos llené de su Espíritu Santo, y nos santifique
Y, ya sabemos para entrar en el Corazón de Jesús, sólo hay dos atajos sus padres San José; y Santa María.