martes, 12 de enero de 2021

Jesús uno como nosotros



Jesús es en todo igual a nosotros, salvo el pecado, si es igual en todo, quiere decir que como hombre no es perfecto, no era perfecto, precisamente “el ser perfecto hombre”, hombre autentico, implica lo anterior, como ser humano es criatura, y, por ende limitado, lo limitado, no puede ser perfecto, Jesús es Dios y Hombre, pero como hombre, es hombre, lo que lo diferencia es que no tuvo pecado, pero si tentaciones, que si nacían de dentro y de fuera, pues como dice La Escritura, se encarnó en carne de pecado, es decir en la nuestra, es hijo de Adan, o no podría ser el Nuevo Adan; y, no podría redimirnos; por eso huye de las tentaciones, no se queda a charlar con ellas
Necesita la fuerza de Dios como todos, y, sabe, supo acogerse a ella, fue tentado en todo, la necedad porque no le puedo dar otro nombre, que tienen algunos, de delimitar que tentaciones pudo, o no tener, rozan lo absurdo, toda tentación, si se cae es mala, si se vence es prueba de que Dios nos ama, pero como algunos sólo conocen un mandamiento, por ahí van
Olvidando que en el fondo toda tentación es una tentación de idolatría, de preferir una criatura a Dios, sea contra el 2º, el 4º, el 6º, o, el 11º
También Jesús no lo sabía todo como hombre, aunque si tenía que conocer su propio misterio, o no lo podría dar a conocer el modo en qué se daba  este conocimiento no lo sé, y, no me basta la frase, “si veía a Dios”; porque Dios no es un objeto que se pueda ver, y, comprender lo infinito, lo finito no puede, sin embargo Jesús, está unido a Él, y de algún modo tenía que darse, pero esto forma parte de su misterio
Tampoco le gustaba el dolor, ni la muerte,  de hecho rogo a Dios que lo librase de la Cruz, pero como amaba al Padre, de quien se sabía hijo natural, acepto la muerte
De la que pudo librarse, sólo con dar la vuelta a la pregunta que le hizo Caifas, pero esa es otra cuestión
Por ahora, a mí me basta, saber que el Hijo de Dios, que como Dios esta infinitamente por encima de mí, se hizo uno como yo, que cuando le hablo, sabe de qué le hablo
Porque paso por todo, lo que puedo pasar yo, lo que podemos pasar todos.

Por eso es el verdadero modelo
La Encarnación no fue un disfraz, ni un chiste, Dios Hijo se abajo de verdad.

No hay que confundir la imperfección, o limitación que viene de la condición de ser criatura, con la imperfección del pecado, que tenemos todos, desde que la culebrita nos gasto la broma, ni que decir tiene que de esta imperfección, Jesús no tuvo ni pizca, es el Hombre no Santo, Santisimo.