“Movidos por estas preocupaciones, los
cristianos de Indonesia encontraron que las palabras del Deuteronomio «actúa
siempre con toda justicia…» (cf. Dt 16, 18-20) hablaban poderosamente a
su situación y a sus necesidades. Antes de que el pueblo de Dios entrara en la
tierra que Dios le había prometido, renovó su adhesión a la alianza que Dios
había hecho con él. El pasaje bíblico se encuentra en un capítulo que tiene
como tema central las fiestas que el pueblo de la alianza debía celebrar. Para
cada fiesta se instruía al pueblo: «La celebrarás con tus hijos e hijas, tus
esclavos y esclavas, con los levitas, inmigrantes, huérfanos y viudas que viven
en tus ciudades» (Dt 16, 14; cf. También 16, 11). Los cristianos de
Indonesia intentan recuperar este mismo espíritu de fiestas incluyentes entre
las distintas comunidades que antes tenían. Puede parecer extraño que al final
de este largo capítulo aparezcan dos versículos sobre el nombramiento de
jueces, pero en el contexto de Indonesia la relación entre las fiestas
incluyentes y la justicia aparece con mucha claridad. Como pueblo de la alianza
establecida por Jesús, sabemos que las alegrías del banquete celestial serán
dadas a los que tienen hambre y sed y que son perseguidos por la justicia
«porque suyo es el reino de los cielos» (Mt 5, 6.10).”
Hay algo llamativo aquí, Dios manda a su
pueblo que celebre las fiestas, con los inmigrantes, es decir extranjeros,
gentiles, con los huérfanos y, viudas es decir los pobres y los marginados,
Dios les manda que sean uno, que festejen juntos, no les dice que les den lo
que les sobre, o que los inmigrantes, o los huérfanos o las viudas les sirvan,
sino que sean como una familia, que gocen juntos, que compartan juntos
Y, esto es también para todos los cristianos,
no se trata de dar lo que nos sobra ni de ir de “buenos por el mundo” Bueno
solo es Dios, se trata, de disfrutar todos de la fiesta a la que Dios nos llama
de gozar de su creación, sin cárganosla. Se trata de no dejar o al menos luchar
para que nadie tenga hambre, de buscar
la justicia para todos, de acoger al inmigrante, que ninguno lo es por
gusto.