martes, 22 de enero de 2019

El quinto párrafo de la introducción general al Octavario 2019

El quinto párrafo de la introducción general al Octavario 2019

Movidos por estas preocupaciones, los cristianos de Indonesia encontraron que las palabras del Deuteronomio «actúa siempre con toda justicia…» (cf. Dt 16, 18-20) hablaban poderosamente a su situación y a sus necesidades. Antes de que el pueblo de Dios entrara en la tierra que Dios le había prometido, renovó su adhesión a la alianza que Dios había hecho con él. El pasaje bíblico se encuentra en un capítulo que tiene como tema central las fiestas que el pueblo de la alianza debía celebrar. Para cada fiesta se instruía al pueblo: «La celebrarás con tus hijos e hijas, tus esclavos y esclavas, con los levitas, inmigrantes, huérfanos y viudas que viven en tus ciudades» (Dt 16, 14; cf. También 16, 11). Los cristianos de Indonesia intentan recuperar este mismo espíritu de fiestas incluyentes entre las distintas comunidades que antes tenían. Puede parecer extraño que al final de este largo capítulo aparezcan dos versículos sobre el nombramiento de jueces, pero en el contexto de Indonesia la relación entre las fiestas incluyentes y la justicia aparece con mucha claridad. Como pueblo de la alianza establecida por Jesús, sabemos que las alegrías del banquete celestial serán dadas a los que tienen hambre y sed y que son perseguidos por la justicia «porque suyo es el reino de los cielos» (Mt 5, 6.10).”

Hay algo llamativo aquí, Dios manda a su pueblo que celebre las fiestas, con los inmigrantes, es decir extranjeros, gentiles, con los huérfanos y, viudas es decir los pobres y los marginados, Dios les manda que sean uno, que festejen juntos, no les dice que les den lo que les sobre, o que los inmigrantes, o los huérfanos o las viudas les sirvan, sino que sean como una familia, que gocen juntos, que compartan juntos

Y, esto es también para todos los cristianos, no se trata de dar lo que nos sobra ni de ir de “buenos por el mundo” Bueno solo es Dios, se trata, de disfrutar todos de la fiesta a la que Dios nos llama de gozar de su creación, sin cárganosla. Se trata de no dejar o al menos luchar para que nadie tenga hambre, de buscar  la justicia para todos, de acoger al inmigrante, que ninguno lo es por gusto.