El Señor se manifiesta en el signo que él quiere; ante Elías no estaba en el fuego, en la tormenta..., Elías lo adoró en la brisa suave, pero otros lo “vieron_” en la tormenta y el huracán, en el Fuego; no es aprensible;nunca podemos atraparlo, sí alguna vez se nos mete en la cabeza, que lo hemos hecho.
Volvamos a mirar, porque es un ídolo lo que se nos ha colado, Dios es siempre el Otro, Él que está más allá, y, al mismo tiempo, “ Él que es más íntimo a cada uno, que lo más íntimo de su ser”
Unos lo encuentran en la desgracia en el dolor, otros en el éxito, a unos se les hace el encontradizo en un amigo, a otros en la penitencia, sus caminos, que son siempre uno, tienen distintos ramales
Moisés podría discutirle a Elías que Dios no estaba en la brisa, sino en la montaña tronante
Unos Magos discutirle a un centurión que no estaba en un crucificado, sino en un bebé pobre
Lo bueno es que es Él siempre quien nos busca.