“Jesús el encuentro contigo, no es completo, hasta que no te encontramos en La Eucaristía”.
A Jesús podemos encontrarlo en muchos sitios, en nosotros mismos. En La Escritura, en La Iglesia, en los hermanos, en cualquier ser humano sufriente, en los niños, en la naturaleza, en la oración.
En todos esos sitios está, y,podemos hallarlo, pero son incompletos es como cuando hablamos con un amigo por teléfono, incluso por video llamado, sabemos que esta ahi, lo escuchamos y nos alegramos de poder charlar con nuestro amigo, pero todo eso se reduce a nada, ante la posibilidad del encuentro con el amigo, de poder abrazarlo, de tenerlo cerca
Con Jesús pasa lo mismo, les pasó a los de Emaús hasta que no lo tenemos en La Eucaristía oculto en el Pan y el Vino, pero Él mismo Jesús que parió María, que murió y resucitó, con su Cuerpo glorioso
Santa Teresa de Avila, cuando escuchaba decir a algunas monjas, y personas que iban a verla, “que pena no haber vivido en la época del Señor, cuando estaba en la tierra, como hombre”, ella sonreía y les decía, “Ah pues es que no saben que sigue en la tierra, ahi lo tienen en todos los Sagrarios”