En todas las criaturas aletea la Ruhah divina
La Ruhah divina, El Espíritu Santo es creador y dador de vida
Cada ser que puebla la tierra es su instrumento, su morada él aletea en cada uno por pequeños e insignificantes que algunos pudieran parecer.
Estamos acostumbrados a decir y oír decir que no son libres. Es cierto no gozan de libre albedrío, pero está en ellos la libertad de su Creador, como dice el sacerdote y escritor Enrique Monasterio
“Como no saben pensar, Dios piensa por ellos y siempre estarán en sus manos”
O como dice La Biblia
“Ruge el leoncillo por la presa, pidiendo a Dios así su alimento”
Y Jesús nos habla del cuidado que tiene el Padre de lirios y aves
Las criaturas reflejan las huellas de su Creador, a muchas les concede saber amar y cuidar de sus crías, a otros amar incluso otras especies y al ser humano, aunque mejor sería decir que Dios ama en ellos
La Sabiduría divina se refleja en modo que “los ciegos del alma” no pueden ver
Proezas que nos provocan envidia la técnica de muchas aves para hacer sus nidos, de los castores especialistas en presas, insectos como las abejas y otros usando geometría y aritmética avanzada para hacer sus moradas
La organización de vida de abejas y hormigas
La Sabiduría de la araña cuyas telas son el tejido más resistente
Y se podría seguir con cada uno de los mamíferos
No solo sus habilidades su belleza
Los necios perdón los ciegos del alma dicen
“La naturaleza es asombrosa, cuanto nos enseña, los animales son muy inteligentes…o describen las hazañas una especie determinada
Olvidando que si esa supuesta inteligencia fuera tal habrían avanzado como hizo la especie humana, pero desde el primer ejemplar de su especie siguen igual
La Ruhah divina sigue aleteando en cada uno, obrando en ellos
No ellos no son inteligentes ni admirables lo es su Creador ellos lo reflejan tenuemente por eso por él deben ser cuidados. Sin olvidar que los hijos aunque sean unos cabrones son antes.
Y los hijos somos nosotros.