Convertirse es dejar se amar por Dios
Quedé claro que nadie puede convertirse, puede arrepentirse que es una cosa distinta
Arrepentirse es sentir pesar por no haber hecho lo que se debía hacer, o haber hecho una cosa mala o prohibida, por sus consecuencias
Judas se arrepintió
David, Pedro y Pablo se convirtieron
Convertirse es dejarse abrazar Por Dios, lavar como el niño se deja lavar por la mamá
En el arrepentimiento cuenta uno, lo que hizo, en la conversión cuenta Dios
David no lamenta que si lo hace la muerte de su amigo Irías, si lo hubiera hecho acabaría por justificarse o desesperarse
Pero David dice a Dios
“Contra ti sólo peque…líbrame de la sangre Dios mío…y mi lengua proclamará tú Justicia”Salmo 51
En otro Salmo reconocerá que le estuvo bien el castigo
Pablo no se disculpara o intentará justificarse por perseguir a los cristianos, preguntará a Jesús
Pedro ni siquiera mencionará sus negaciones, sabe que Jesús lo conoce y lo ama
Ninguno olvida lo hecho pero no le quita el sueño confía en el Amor de Dios
La tentación llegará y hasta el pecado, pero él que se deja convertir por Dios. Sabe que si La Bestia vuelve a tumbar, Dios levantará de nuevo
Porque ni el pecado, la muerte, el Infierno…Nos pueden apartar del Amor de Dios
Sólo nos puede separar nuestra voluntad de no dejarnos abrazar y lavar con La Sa
ngre del Ungido