sábado, 4 de enero de 2025

Convertirse es dejar se amar por Dios

 Convertirse es dejar se amar por Dios 

Quedé claro que nadie puede convertirse, puede arrepentirse que es una cosa distinta 

Arrepentirse es sentir pesar por no haber hecho lo que se debía hacer, o haber hecho una cosa mala o prohibida, por sus consecuencias 

Judas se arrepintió 

David, Pedro y Pablo se convirtieron 

Convertirse es dejarse abrazar Por Dios, lavar como el niño se deja lavar por la mamá 

En el arrepentimiento cuenta uno, lo que hizo, en la conversión cuenta Dios 

David no lamenta que si lo hace la muerte de su amigo Irías, si lo hubiera hecho acabaría por justificarse o desesperarse

Pero David dice a Dios 

“Contra ti sólo peque…líbrame de la sangre Dios mío…y mi lengua proclamará tú Justicia”Salmo 51

En otro Salmo reconocerá que le estuvo bien el castigo 

Pablo no se disculpara o intentará justificarse por perseguir a los cristianos, preguntará a Jesús 

Pedro ni siquiera mencionará sus negaciones, sabe que Jesús lo conoce y lo ama 

Ninguno olvida lo hecho pero no le quita el sueño confía en el Amor de Dios 

La tentación llegará y hasta el pecado, pero él que se deja convertir por Dios. Sabe que si La Bestia vuelve a tumbar, Dios levantará de nuevo 

Porque ni el pecado, la muerte, el Infierno…Nos pueden apartar del Amor de Dios

Sólo nos puede separar nuestra voluntad de no dejarnos abrazar y lavar con La Sa

ngre del Ungido