lunes, 12 de febrero de 2018

Cuando no se pesca nada





Cuando no se pesca nada
Simón, su hermano, los Zebedeo, habían bregado toda la noche, y no habían conseguido un solo pez, de no haber pescado de noche, de día era imposible
A veces uno puede estar en un proyecto de mejora propia a nivel espiritual, social, de apostolado, etc. y, todo parece ir al fracaso, o no se avanza, o da la impresión de que se retrocede
Entonces uno decide irse
Pero de pronto. A Simón, y, a sus amigos viene Jesús un carpintero de Galilea, que no sabía nada de pesca, y les manda echar las redes en pleno día, lo hacen y el barco se llena de peces
Y, a veces llega Jesús disfrazado de quien menos lo esperábamos, puede ser persona física, moción interna, libro, lectura bíblica, película, cualquier cosa, y, nos dice “no desistas, inténtalo, vuelve echar las redes”. Y de pronto nuestro objetivo se cumple
También puede ser que nos haga ver “que no pescamos”, porque echamos las redes en tierra no en el mar, porque están rotas, hay que repararlas, o sucias
Pero de lo que se trata es de confiar en Jesús, y, no darse nunca por derrotado