Por parte de Dios la Salvación está garantizada. Por la nuestra en peligro.
Tú, yo, el otro y ese monstruo humano del que acaban de hablar los noticieros. Somos amados por Dios, con Amor infinito
Dios no, nos ama por ser buenos, Dios nos ama a cada uno, porque el Bueno es Él, nos ama porque es Amor, nos ama hasta la locura de la Cruz, nos ama sin límites, Dios no tiene límites, y no cambia “ES ÉL QUE ES”, por eso nos recrea a cada instante, si se olvidase de nosotros un instante volveríamos a la nada
Dios nos amó y nos eligió a cada uno para participar y gozar de su Amor, por puro Amor, y lo hizo antes de crear nada.
Dios nos llamó a la existencia, nuestros padres fueron sus instrumentos de trabajo
Dios nos creó conociendo nos
Cuando los primeros humanos rompieron su filiación divina y de Señores de la Creación, se pusieron a los pies del escarabajo pelotero.
Dios no tiró la toalla y vino en Persona, en su Segunda Persona ha buscar a cada uno
Llegando a la muerte y muerte de Cruz
Por eso El Espíritu Santo nos dice por San Pablo, que nada ni nadie, ni Cielo ni Infierno, nos pueden separar del Amor de Dios, manifestado en Jesús.
Por eso por lo que al Dios Uno y Trino toca. Tenemos el Cielo, la Salvación segura
Pero Dios nos creó libres, no podríamos ser su Imagen sin él Don de La Libertad de poder elegir
Dios nos quiere con Él, felices no forzados, el Cielo a la fuerza sería el Infierno
Por eso en la vida nos da la oportunidad de elegir si lo amamos querremos estar con El, y por eso haremos lo que le agrada, y cuando le fallemos le pediremos perdón, pero si preferimos obedecer a otros incluido nuestro egoísmo, si no nos convertimos y le pedimos perdón es que ni lo amamos ni nos interesa
Por supuesto no es que digamos que no al Cielo y Sí,. al Infierno, es peor se lo decimos a Dios mismo.
Y, Dios nos respeta. Hace todo por nuestro Sí, pero si nos esperamos en el No, en el pecado
Sí elegimos el Infierno al Infierno iremos
Como dice el Eclesiástico lo que uno escoja eso recibirá
Dios nos da la vida para poder decidir
Pero somos criaturas, tenemos fecha de caducidad terrena, por eso no debemos olvidar que sí por Dios, tenemos la Salvación asegurada por nuestra parte no, y estar vigilantes; no vaya ser que por imbéciles hagamos inútil la Muerte Redentora de Jesús
Que disgustos a Dios que nos creó para Él
Que por imbéciles fuésemos al Infierno poco importaría. Las lágrimas de Dios por nuestra condenación sí
Por ello elijamos el Cielo Nuestro adorado Dios se lo merece.