miércoles, 11 de septiembre de 2013

Siguiendo a Gedeón


Es un personaje que me encanta, lo que no pasa con Jaffet
El libro, de  Los Jueces, de la Biblia, nos cuenta, que su padre, se había hecho un ídolo de Baal, y, alguien  hizo trizas, al pobre, ídolo;  mandaron a Gedeón,  que  lo reparase  se negó, e dejo el trabajito, al mismo,   Baal, si era Dios,  que  se defendiese
Toda una lección para nosotros los católicos.
Debemos defender, nuestro derecho a practicar nuestra fe, a no ser ofendidos en nuestras creencias, pero no caer, en el error de proclamarnos defensores de Dios, Dios, no es un pobrecito que, precise nuestra defensa, aprendamos de Gedeon
Lo segundo, que me gusta de este hombre bíblico
Cuando el ángel de Yahvé; lo que es lo mismo, que decir, El mismo Dios;  lo escoge para una misión, al "amigo Gedeón", no le hace ni pizca de gracia la idea, y, propone varios trucos;  para asegurarse que es una elección divina;  primero, que el rocío no moje, la piel puesta en el campo,  después que se mojase, sólo la piel; cuando quiso  poner, una tercera, no le dejaron.

Para luchar contra los madianitas, se prepara un ejército súper numeroso, aunque insignificante frente a las tropas de Madian, pero Dios no quiere,  y, mediante una simpática prueba, le manda que se quede solo, con los hombres, que beban como los perros en el río, se queda sólo con 300

Y, con 300 hombres, unos cántaros, y, unas mechas, consigue, derrotar al enemigo.
Nosotros, a veces para afrontar nuestras luchas, queremos ir muy pertrechados, una buena preparación intelectual, lo mejor que podamos, una buena preparación espiritual; y, de pronto, una tentación nos deja temblando, con dudas de esa preparación espiritual, que se vuelve sequedad,  lo que intelectualmente también preparamos no sabemos expresarlo, o, se nos olvida, o no vemos el modo, de presentarlo, a veces caemos en el error de preparar nuestra defensa, y, siempre, siempre, o, casi siempre fracasamos,  nuestro enemigo nos derrota, llevábamos preparado un ataque, y, nos atacan por otro lado, sus argumentos vencen a los nuestros

Pero cuando nos dejamos llevar por Yahvé, cuando seguimos el consejo dado por Jesús, de no preparar defensa; (que no quiere decir descuidar la formación, ni menos la oración); vemos que de repente, Dios pone en nuestra boca, o, en nuestra pluma (ordenador), frases palabras que el otro, no puede rebatir, y, que nos sorprenden a nosotros mismos, vencemos a "los madianitas, con  cántaros, y antorchas", vencemos como, Gedeón  con la fuerza del Dios de Israel, de nuestro Padre; el Dios de Israel, el Padre de Jesús