Pedro y Juan van al sepulcro
Pedro, y, Juan, según el Ev.
Según San Juan, tras haber hablado con María de Magdala (la magdalena). Fueron
al sepulcro, donde había sido sepultado Jesús, a verificar lo dicho por María.
No van, porque crean en la Resurrección,
si no está el cuerpo, será que lo han robado, van investigar
Juan es un muchacho joven, casi
un niño, por lo que llega antes, simboliza la inocencia, la pureza, el amor
puro a Dios, que se confía que cree, que llega siempre primero. Puede ser un símbolo también de La Iglesia joven
Pedro es un hombre maduro, no
viejo, pero no es un niño, por lo que llega un poco después. Representa la
madurez de la fe, la reflexión, el estudio sosegado, la máxima jerarquía de la
Iglesia, el amor puro a Dios, sí, pero calibrado, para que no se cuele nada,
para no tropezar, y, hacer tropezar a otros.
Juan no entra en el sepulcro,
pudo hacerlo, pero no lo hizo, espero por Pedro. Los dos entraron, vieron y,
creyeron, porque no habían entendido lo de la Resurrección de entre los muertos
Juan creyó con Pedro, Pedro
confirmo la Fe de Juan, la inocencia, la pureza, el amor puro a Dios. Se
inclinan se someten a la autoridad, a la reflexión, puestas por el mismo Dios,
puestas por el Resucitado, Juan cree con Pedro, como nosotros creemos con
Pedro, quien no cree con Pedro, y, pretende llamarse católico, sólo es un
hereje, un cismático, que va muy mal. Nuestra fe, no la garantizan los ángeles,
ni la aparición de La Virgen, ni los dichos de San X, nuestra fe la garantiza nuestra
unión y, comunión con Pedro, al que hoy llamamos Francisco.