sábado, 7 de septiembre de 2019

Pedro y Juan van al sepulcro


Pedro y Juan van al sepulcro 

Pedro, y, Juan, según el Ev. Según San Juan, tras haber hablado con María de Magdala (la magdalena). Fueron al sepulcro, donde había sido sepultado Jesús, a verificar lo dicho por María.

No van, porque crean en la Resurrección, si no está el cuerpo, será que lo han robado, van investigar

Juan es un muchacho joven, casi un niño, por lo que llega antes, simboliza la inocencia, la pureza, el amor puro a Dios, que se confía que cree, que llega siempre primero. Puede ser  un símbolo también de La Iglesia joven

Pedro es un hombre maduro, no viejo, pero no es un niño, por lo que llega un poco después. Representa la madurez de la fe, la reflexión, el estudio sosegado, la máxima jerarquía de la Iglesia, el amor puro a Dios, sí, pero calibrado, para que no se cuele nada, para no tropezar, y, hacer tropezar a otros.

Juan no entra en el sepulcro, pudo hacerlo, pero no lo hizo, espero por Pedro. Los dos entraron, vieron y, creyeron, porque no habían entendido lo de la Resurrección de entre los muertos

Juan creyó con Pedro, Pedro confirmo la Fe de Juan, la inocencia, la pureza, el amor puro a Dios. Se inclinan se someten a la autoridad, a la reflexión, puestas por el mismo Dios, puestas por el Resucitado, Juan cree con Pedro, como nosotros creemos con Pedro, quien no cree con Pedro, y, pretende llamarse católico, sólo es un hereje, un cismático, que va muy mal. Nuestra fe, no la garantizan los ángeles, ni la aparición de La Virgen, ni los dichos de San X, nuestra fe la garantiza nuestra unión y, comunión con Pedro, al que hoy llamamos Francisco.