¿Castiga Dios?
Hace días salto a la palestra, la
noticia de que Radio María, en Roma había destituido a un sacerdote, por decir
que los terremotos de Italia, eran un castigo de Dios, por los matrimonios
homosexuales
Vaya por delante que el sacerdote
estaba equivocado, aunque me parece que RM; no debió despedirlo si no
reprenderlo; de castigar Dios por los “matramonios”; no castigaría a un pueblo
inocente, lo haría a los políticos que lo autorizaron, el terremoto habría
tenido lugar, y, derribado el palacio del 1º Ministro, o las Cortes italianas,
pero ese no es el estilo de Dios
Dios respeta lo que hace, hizo al hombre libre, le
dio a conocer el bien y, el mal, si cada vez que metemos la pata, hubiese una catástrofe,
sería el no vivir; el político sabe, o debe saber lo que debe hacer ante Dios,
él que le vota lo mismo, y, todos daremos cuenta a Dios
Así que ni terremotos, ni
inundaciones son castigo de Dios
Pero la cuestión no es esa; es
otra ¿Castiga Dios?; la Biblia dice que sí, y lo dice en varios sitios; y, no
vale la excusa de que es un libro, bueno 72 libros, de otra época; porque esa
excusa es aplicable a toda la Biblia, no
sólo a lo que nos conviene
En la época de Pablo, era normal
que los padres castigasen, a sus hijos, los padres y los maestros, en la mía
también; y no producía trauma; “ojo”; castigar, no torturar, no maltratar, si
somos hijos de Dios, sus niños pequeños es normal que nos trate como tales;
pero ese castigo nos lo da por medio de nuestra conciencia, haciéndonos ver, el
mal que hemos hecho, y, dándonos la mano, para que rectifiquemos, es como
cuando la madre le dice al niño que deje el martillo; o la tijera, que se va
cortar, ella esta atenta se lo va quitar antes de que se haga daño, pero es
preciso para que le coja miedo, y, no haya un daño mayor, que lo deje unos
momentos, entonces el pequeño se pincha, se da un pequeño golpe; la mamá dice, “ya
te lo dije”; pero va y lo consuela; o, cuando un amigo nos dice, “vete ya que
pierdes el bus”; no hacemos caso, y, lo perdemos
El castigo de Dios, la voz de nuestra
conciencia crea paz, aunque sea dolorosa, porque siempre nos brinda su abrazo y
su perdón
Pero el Dios que destruye, que
odia lo creado no existe, nadie le obligo a crear, por eso ama todo lo creado,
por eso Dios no tortura, del mal del mundo él culpable es el ser humano, Dios
corrige, castiga, pero por nuestra conciencia, desde nuestro interior; porque
Dios es Amor