miércoles, 18 de marzo de 2015

Sin María no hay Jesús; sin Jesús sólo hay Infierno

Sin María no hay Jesús solo hay Infierno 

María el ser humano que hace posible el Si de Dios. El si, de Dios, depende del Si, de un ser humano, siempre

María no es una diosa, es una criatura humana,  pero esta criatura es muy importante, porque Ella, hizo posible el Si de Dios

Dios desde el paraíso, y, a través de toda la historia de la salvación, había prometido un Salvador,  era el grito que cruzaba  la historia de Israel, y, en cierto modo, la de todos los pueblos, oculta en sus mitos

Pero cuando llego el tiempo, Dios quiso que el Mesías, fuese su Hijo, su Segunda Persona, y, que para ello se hiciese  Hombre,  empezando por ser un embrión, un cigoto.

Podría haber hecho que apareciera adulto, pero como dice la carta a los Hebreos, debía de ser en todo semejante a sus hermanos,  por ello debía de ser parido, y, mamar de la teta de su madre, y, con  ese recado fue Gabriel, a decir a una joven judía desposada, pero sin  vivir aún en la casa del esposo, que iba ser Madre del Mesías, que se iba quedar encinta, por la fuerza del Espíritu de Dios,  y, la joven debió de pensar en un segundo, lo que le podría suceder cuando su esposo, (lo era ya, aunque no conviviesen todavía), podría hacerle, tenía derecho a denunciarla por adultera, ser lapidada en la plaza, muriendo ella, y, su hijo no nato, pero no hizo caso al pensamiento, como buena judía, sabía que su Dios no era un ídolo, si  la metía  en semejante problema ya la sacaría, además Ella era sólo su Esclava, Dios era su Único Dueño,  por eso, Dios podía disponer de su  persona, para todo, sólo le quedaba decir, “yo soy la Esclava del Señor, hágase en mi, lo que has anunciado”

Era su cheque en blanco a Dios, cheque que no retiro nunca

Dios no fuerza voluntades, ayuda con su gracia, no saca a nadie su libertad, no sería Dios,  tampoco lo hizo con María, su Sí, fue libre, y, ese Sí, hizo posible el Si de Dios, la Salvación,  si María hubiera dicho que no, la Encarnación no se hubiera hecho, y, dentro del plan de salvación que conocemos seguiríamos en el tiempo viejo, seguiríamos siendo “hijos de la ira”,  los que basándose en la Biblia, mal conocida, rechazan a María, como intercesora, debieran pensar un poco en esto

Sin María no hay Jesús, no hay Enmanuel

Sin Jesús, sólo hay infierno